viernes, 19 de abril de 2013

Review - Evil Dead (2013)





Ya conocemos la historia. Cinco amigos van a una cabaña, encuentran un libro, leen un pasaje, o una grabación lee el pasaje, y de pronto se ven poseídos por demonios infernales. Es la premisa básica no solo de ‘Evil Dead’ sino también de todas las películas póstumas que intentaron imitar para conseguir el éxito que Sam Raimi logro con su fórmula.

No fue quizás hasta el año 2012 donde el terror en las cabañas alejadas consiguió un éxito remarcable con la excelente ‘Cabin in the Woods’, de Drew Goddard. Pero esta película no era una propuesta puramente de terror sino que suponía un desglose de lo que una película de terror significa.

Es así como este año el director Fede Alvarez, apadrinado por Sam Raimi y Bruce Campbell, se propuso devolverle el toque serio y morboso al género, recordándole a la gente porque las películas de terror no son solo sustos baratos y sabanas que se mueven por el viento.



‘Evil Dead’ es un reboot, o quizás un spin off, de la saga comenzada por Sam Raimi en los ochenta. Pero en su película los protagonistas no van a una cabaña a embriagarse y tener sexo. Mia es una joven que ha sufrido sobredosis de drogas y sus amigos la llevan a una cabaña familiar lejos de todo para ayudarla a desintoxicarse y dejar la adicción de una vez por todas. Junto a ella se encuentran David, Eric, Olivia y Natalie quienes proponen no dejar que nada intervenga entre la desintoxicación y Mia.

Es justamente en este sentido donde esta película se posiciona no solamente en diferentes lugares del resto sino incluso de la película original. Para empezar, todo parece tener un propósito y un sentido. Hasta que las cosas no se salen de control, nadie pretende dejar el lugar pues se supone que la locura por la que pasa Mia es solo efecto de su desintoxicación.  Incluso momentos que parecen tan ridículos como un desfibrilador casero tiene explicación al comienzo de la historia cuando se comentan los pasados y presentes de los personajes. Nada queda al azar.



No solo el argumento esta tan bien planeado y ejecutado, sino que las actuaciones de sus protagonistas son excelentes. Jane Levy se destaca como Mia, ya sea poseída o no poseída. Uno siente como ella sufre no solo la desintoxicación sino la frustración de no tener el apoyo de sus amigos cuando intenta prevenirlos de que hay algo más junto a ellos en esa cabaña. Por otro lado, David y Eric son los dos personajes que sufren más las torturas del demonio y cada golpe, cada clavo disparado, se sufre junto a ellos. La impotencia de ver como sus amadas se vuelven parte de esta pesadilla y no poder hacer nada al respecto. Jessica Lucas hace un moderado rol de enfermera y la voz de la conciencia del grupo, comprendiendo porque es quien quiere evitar a toda costa que Mia escape de la cabaña. Elizabeth Blackmore estuvo más desaprovechada que el resto pues prácticamente no tuvo dialogo en la película, aunque su póstuma transformación es más memorable que la de Lucas.

Pero ciertamente la estrella de la película es su excelente apartado técnico. Visualmente deslumbra a la vez que desagrada. Los paisajes que rodean la cabaña son hermosos, pero uno no se puede sentir maravillado por la incomodidad que genera la casa y el manejo visual dentro de esta. Se nota el toque de Sam Raimi pero Fede Alvarez lo hizo suyo dándole un poco más de estilización. El desagrado en la cabaña se nota a propósito pues uno siente que está pasando por un infierno como los partícipes del film.



Esto se ve acentuado gracias a su fantástico diseño de sonido. No solo los efectos de sonido y la música son importantes sino que los silencios también. Y el uso de silencios para luego sorprender al espectador esta tan bien manejado que queda claro por qué Sam Raimi eligió a Fede Alvarez. Por otro lado la música es una de las mejores bandas sonoras de un film de terror que escuche en años. Básicamente, ya nadie usa el tango para conceptualizar el mal en un film, mucho menos mezclarla con música influenciada por films como ‘El Exorcista’, y Roque Baños hizo un trabajo genial con esta mezcla de géneros musicales.

‘Evil Dead’, en conclusión, es la clase de película de terror que ya no se suelen ver en cine. Es la clase de experiencia que uno encuentra más en festivales dedicados al género o incluso directo a DVD. Y solo por eso es casi obligatorio vivirla en cine, porque nos sentiremos incomodos por su ambientación como fuertes luchando junto a Mia y compañía por salir adelante de esta pesadilla que les tocó vivir. Para mi es, básicamente, la mejor película que voy a ver en cine este año pues dudo que muchos films me hagan sentir así en lo que resta del 2013.

Puntaje: 10/10

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