“No te atrevas!” grita un espíritu violentamente hacia
Renai. Grito que puede asociarse al momento en que los fanáticos de ‘Insidious’
se enteraron de la realización de una secuela. Como podría James Wan superar la
primera parte de esta noche demoníaca, más aun superar su gran obra maestra la
que fue ‘The conjuring’. La respuesta es simple: No lo intento, sino más bien
llevo la saga por otro lado.
Lo que era una película de terror más clásico con sustos de
carnaval, se convirtió en una casa del terror. Desde el primer momento se pone
en evidencia que James Wan y Leigh Wannel pusieron en uso todas las
herramientas a su alcance. No solo con momentos de tensión que concluyen de
forma inesperada, sino el uso del silencio más largo de lo normal para aumentar
el nerviosismo al esperar el susto. A veces ese susto no llega, a veces llega más
tarde, y eso lo vuelve mucho más efectivo.
‘Insidious: Chapter 2’ se enfoca también más en el conflicto
de tener un alma ajena en un cuerpo propio, y como esto afecta la carne del
mismo, aumentando la sed de sangre y violencia que los espíritus tienen. Es por
eso que esta vez la película no se centra tanto en la familia Lambert, sino en
los investigadores y el conflicto de “la dama de la muerte”.
Los puntos más fuertes de esta película, que es algo que también
destaque en su momento en ‘The Conjuring’, es el preciso manejo de las
actuaciones y el uso de técnicas clásicas para lograr los momentos más macabros
de la película. Porque cuando el peligro se siente real, el espectador lo
comparte con los protagonistas. Y esto llevado de la mano con buenas
actuaciones, hace que uno se preocupe por el futuro de la familia.
‘Insidious: Chapter 2’ prueba que no hay que repetir paso
por paso lo que fue un éxito para lograr otro igual. Si bien, no tiene la
fuerza y sorpresa que tuvo la primera película en su momento, muestra que aún
hay vapor para esta franquicia y luego del final de este capítulo, tengo aún más
emoción por saber qué dirección tomara. James Wan y Leigh Wannel muestran que hay
que ahondar la mitología que se presenta y querer ir más allá. En este caso, ir
“al más allá”.
Puntaje: 9/10
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