‘Guerra Mundial Z: una historia oral de la guerra zombie’
relata la ficticia guerra de la humanidad contra los zombies a lo largo de una década,
donde nos ubica en la aparición del “paciente cero” hasta llegar a la conclusión
de esta guerra. La novela de Max Brooks (hijo del genio Mel Brooks) esta relatada
en diferentes crónicas que repasan todos estos hechos, donde el mismo Brooks
cumple el rol de un periodista investigando como es que la humanidad llego a
este punto de cataclismo. El libro no solo presenta una historia de zombies,
sino también que es un vehículo para mostrar la evolución social y religiosa de
la humanidad como consecuencia del apocalipsis ocurrido, y como el descuido
humano resulto en tal catástrofe.
A que viene entonces el resumen de este excelente libro ante
la crítica de su adaptación cinematográfica? Pues que como adaptación solo
tenemos el título del libro y no mucho más. Todo lo que volvió al libro un clásico
moderno de la literatura de horror ha sido reemplazado por escenas de acción mal
ejecutadas, efectos especiales de cartón y la cara de Brad Pitt en todo plano
que se pueda incluir.
Mientras que en el libro se cuenta en crónicas como ha sido
la guerra contra los zombies, la película plantea como un agente de la ONU,
cuyo trabajo especifico nunca queda explicado, debe hacerse cargo del asunto a
cambio de que su familia tenga refugio. En el proceso Gerry (Brad Pitt) saldrá en
la búsqueda del “paciente cero” y en el camino conocerá personajes que poco y
nada aportan a la trama.
El gran problema de esta producción es que fue una película que
desde el comienzo tuvo muchísimos problemas, incluidas peleas entre Brad Pitt y
Marc Foster (director), sumado a que varios guionistas pasaron a cobrar cheque
y entregar una escena diferente, incluido un cambio repentino de final. A veces
estas cosas no influyen en una película, pero en ‘Guerra Mundial Z’ todo se
nota desde el primer acto hasta el desaparecido clímax de la película.
Con ‘Quantum of Solace’ Marc Foster demostró que el cine de acción
no es lo suyo y nuevamente se nota en esta película pues hay un desentono entre
las escenas dramáticas y las grandes piezas de acción. Mientras que los pocos
momentos dramáticos y de tensión están muy bien realizados, las escenas de acción
y terror no proporcionan la emoción que debería una propuesta taquillera como
esta quedándose en medio camino pues el espectador no sabe exactamente que debería
esta viendo. Y todo se resuelve con un plano de Brad Pitt con un rostro
inexpresivo ante tal situación.
De más esta mencionar los efectos especiales con los que los
zombies han sido creados. Durante ¾ de la película los zombies son generados
por computadora, recordando inevitablemente a los mutantes en ‘Soy Leyenda’. No
suponen una amenaza real por qué no se sienten reales. No se mueven como se movería
una persona, y eso no es culpa de ningún virus. Es culpa de una bajísima calidad
de animación. Uno de los problemas por los cuales crear humanos animados en
computadora es tan complicado es porque los humanos sabemos cómo nos movemos y
nos damos cuenta instintivamente si algo no está bien cuando vemos un personaje
humano animado. Las hordas de zombies, que intentan recrear el comportamiento
de un insecto como las hormigas, queda entonces como algo tan inverosímil cinematográficamente
que se siente el cambio entre personas reales y computadora. Sin mencionar los
momentos en que los zombies están hechos en animación y ni siquiera se están moviendo,
algo que tranquilamente podría haber hecho una persona maquillada. Por todo
esto, la supuesta amenaza que supone esta invasión de zombies no se hace sentir
en ningún momento y queda más como un recurso mal utilizado. Lo cual es un
problema cuando este recurso es el peso mayoritario del film.
Mientras que los primeros 15 minutos del film crean algo de tensión,
es con el avance de la película que el cambio de guionistas se va poniendo en evidencia.
Por un momento Gerry debe buscar al “paciente cero” y de pronto se olvida por
completo de esta misión y va para otro lado sin ninguna resolución para ello.
El tercer acto de la película es lo peor de todo. Todo lo poco que construyo en
términos de tensión y desarrollo de personajes, la película lo tira por la
borda en el tercer acto donde se puede ver que el final original de la película
no convenció a nadie y lo cambiaron por un final feliz, de reconstrucción humana
y que poco tiene que ver con el tono inicial del film. Los primeros dos actos
construyen un mundo donde queda poca esperanza para la humanidad, y en donde no
había forma de que todo mejor. Y de pronto, en 10 minutos se da un giro de 180
grados para mostrar todo lo opuesto, y hasta entregar un inexplicable momento “pepsi”,
en uno de los movimientos publicitarios más bochornosos de la historia del
cine.
‘Guerra Mundial Z’ es una mala película con un presupuesto elevadísimo,
por lo que es seguro decir que al publico promedio le gustará el film. Publico
que no está familiarizado con la obra de Max Brooks y que no le pide mucho al
cine. Y si bien a veces no es justo comparar un film con su obra original, pues
son medios diferentes, es justo decir que cuando el material original es tan
bueno uno no puede entender por qué hacen las atrocidades que hacen con su adaptación.
‘Guerra Mundial Z’ es un excelente titulo para un film, esa es la única excusa
que puedo buscar para querer comprar la licencia del libro. Si tuviera otro nombre,
quizás la película tendría otro punto de vista. Pero como está basada en una
obra clásica como lo es ‘Guerra Mundial Z’, no puedo evitar ver todos los
desastres de la película. Un vehículo para lucir la cara de Brad Pitt en todo
momento, con una pésima dirección desentonada en todo momento, y una publicidad
descarada de “Pepsi”.
Puntaje: 4
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